Empresario pasó de cocinar hamburguesas en McDonald’s a crear uno de los clubes de playa más famosos del mundo



Hoy en día Nikki Beach es famoso por su ambiente de lujo, inolvidables fiestas en la playa y exclusiva clientela entre las que destacan varias celebridades. Pero antes de que el fundador de este popular club de playa Jack Penrod se convirtiera en un exitoso empresario, trabajó como cocinero de hamburguesas en McDonald’s.
Aplicando tácticas inteligentes de marketing, Penrod pasó de trabajar en el restaurante de comida rápida a construir su propia marca que actualmente es reconocida en diversos países.
Primero abrió un beach club en Miami Beach en los años 80’s, que se convirtió en un lugar predilecto para los jóvenes turistas y vacacionistas de primavera. Pero fue en 1998 cuando inauguró el primer Nikki Beach, con una perfecta combinación de música, comida, moda y arte. Hoy en día Nikki Beach se ha ampliado a hoteles, los clásicos beach clubs e incluso una organización benéfica. La marca representa todo un estilo de vida.
El sitio Business Insider habló con Penrod para conocer mucho más sobre su fascinante ascenso en el mundo empresarial, y sobre las dificultades que tuvo que sortear en su camino al éxito.
Nikki Beach es famoso por sus fiestas temáticas, cocina internacional, decoración completamente blanca y los mejores DJs. Los clubes de playa fueron creados para honrar la vida de la hija de Penrod, Nicole, que falleció en un accidente de auto cuando apenas tenía 18 años. La empresa cumple con la filosofía de “¡Celebrar la Vida!”.

Penrod comenzó a trabajar a la edad de nueve años. Repartió periódicos y lavó platos para ganarse la vida. En 1961 oyó hablar de la apertura de una nueva cadena de comida, McDonald’s. Pensó que esa franquicia tenía futuro y comenzó a trabajar como cocinero por 85 centavos la hora.

Gracias a su entusiasmo, ascendió a gerente a los pocos días. Penrod, quien tenía 21 años para entonces, le preguntó a su jefe si él podía obtener una parte de la ganancia bruta si era capaz de convertir a esa sede en la más exitosa de todas. Su jefe le dijo que sí, así que comenzó a implementar algunas técnicas interesantes de marketing como almuerzos gratuitos para las escuelas, entrega de hamburguesas a fiestas en Florida y crear el “club de cumpleaños de McDonald’s”.
McDonald's
Foto por Crusier, via Wikimedia Commons

Con estas tácticas, Penrod le dio un vuelco total al restaurante, al lograr que la ganancia anual ascendiera desde $90.000 (€80.000) a $440.000 (€390.000) al año. En un lapso de siete años, Penrod pasó a adquirir 16 franquicias de McDonald’s al sur de la Florida. Dejó la compañía en 1975.

En los 80’s cambió su enfoque hacia el entretenimiento con la apertura del Penrod’s Beach Club en Fort Lauderdale. Penrod llegó a enviar autobuses a más de 12 universidades para buscar a los estudiantes en época vacacional, y tuvo asistencia de 2.000 personas al día en el club. En 1984 el alcalde de Miami Beach contactó a Penrod para que le devolviera el alma alegre a Miami Beach.

Penrod firmó un contrato de arrendamiento por 40 años en una propiedad frente al mar y abrió un segundo Penrod’s Beach Club en One Ocean Drive, Miami Beach. “Sabía que tenía que hacer algo para llamar la atención del mundo”, dijo. Así que comenzó a organizar conciertos y eventos para los jóvenes.

En 1977 Penrod sustituyó la piscina del club por un jardín, que bautizó como Café Nikki en honor a su hija. El sitio se hizo muy popular atrayendo a celebridades como Bruce Willis, Michael Douglas y Madonna. Penrod continuó desarrollando la propiedad frente a la playa  hasta que finalmente abrió oficialmente el primer Nikki Beach en 1998, en ese mismo lugar.

Penrod había analizado cómo eran los clubes de playa de Europa y sabía que quería crear una marca de lujo, así que en lugar de usar los clásicos paraguas oxidados y sillas playeras, invirtió alrededor de $1 millón en los muebles. Ahora los visitantes se podían sentir con total comodidad y pasar varias horas sentados mientras pasaban un buen rato.

También creó el logotipo de la empresa con la forma de un tipi, ya que Penrod, siendo piloto y excursionista, siempre se sintió cercano con la naturaleza. También era un símbolo que fácilmente se podía identificar en todo el mundo. “Nuestro objetivo era crear una marca global de alta gama, de modo que cuando la gente ve nuestro tipi, pueden esperar un servicio cinco estrellas en un ambiente informal”, indica Penrod.

La meta de Penrod no era simplemente crear un club nocturno, sino un espacio para que la gente pudiera relajarse, comer y disfrutar de la fiesta. Su mentalidad era que a medida que la gente envejece, no quieren estar de fiesta hasta las 3, 4 am. Con el concepto de club de playa las personas saben que pueden pasar un buen rato en un local y luego irse a casa a una hora razonable.

Las fiestas temáticas de Nikki Beach son muy famosas. Estos clubes de playa son conocidos por la decoración en color blanco, una idea que surgió cuando la supermodelo Naomi Campbell organizó una fiesta únicamente con ropa blanca en el lugar.

El gran éxito llevó a Penrod a abrir un club Nikki Beach en Saint-Tropez, Francia. Y después en San Bartolomé y Marbella.

En todos los Nikki Beach hay elementos de decoración y estilo que se repiten, y eso incluye el uniforme del staff. Todo el personal usa pantalones blancos y correa de cuero tallada a mano en Nicaragua.

Alrededor del 50% del menú es el mismo en todas las sucursales, y la otra mitad está relacionada con la comida local de la región. El menú incluye una barra de mariscos, sushi, ensaladas frescas, sandwiches, pastas y frutas.

Con mucha frecuencia reciben a celebridades. También suelen crear divertidas fiestas en importantes eventos como el Festival de Cine de Cannes y el Festival de Cine de Toronto. Algunos de los clientes de Nikki Beach han sido Woody Allen, Al Pacino, Jay Z, Kanye West, Justin Timberlake, Scarlet Johansson y Ryan Gosling, entre otros.

De acuerdo a Penrod el éxito se debe a los hábitos de trabajo que ha desarrollado con el paso del tiempo. Asegura que durante los siete años que trabajó en McDonald’s no tomó un solo día de descanso.

Penrod asegura que una de las prioridades de su empresa es garantizarle al cliente una experiencia fabulosa. Cuando abrieron su sucursal en Koh Samui, Tailandia, en el 2009, no había cultura de atención al cliente en esa región. Se contrató a 100 personas, ninguno de los cuales hablaba inglés, e incluso algunos jamás habían visto un cuchillo o un tenedor. Así que trabajaron con el personal para que aprendieran todas las habilidades necesarias. Todavía se mantiene el mismo grupo de empleados.

En el 2007 Penrod quiso expandirse hasta la industria de los hoteles, con Nikki Beach Hotels & Resorts.

Hoy en día Nikki Beach cuenta con hoteles en Grecia, Tailandia y Turquía, y a finales de este año se inaugurará una sucursal en Dubái.

La compañía también tiene una división de estilo de vida (ropa y accesorios), un sello musical y una publicación llamada “Nikki Syle Magazine”. También opera una organización benéfica sin fines de lucro llamada Niki Cares, que apoya a diversas causas en todo el mundo,

Penrod tuvo una infancia difícil con muchas limitaciones económicas. Por esa razón es un gran ejemplo a seguir para todos los emprendedores, sobre todo para aquellos que comienzan desde cero.

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